viernes, 27 de junio de 2008

Contexto Histórico e importancia política




Iósif Stalin , desarrolló la mayor parte de su actividad política y social durante 1912 hasta la segunda guerra mundial, produciendo significativos cambios en su nación.


Cambios en la sociedad soviética

La Primera Guerra Mundial, la Guerra civil rusa, la intervención por parte de 14 potencias extranjeras luego de la toma del poder por los bolcheviques y la misma revolución, tuvieron un efecto devastador en la economía del país.
La producción industrial de 1922 fue un 13% menor que de la de 1914. Bajo la Nueva Política Económica (NEP), impulsada por Lenin ante la situación apremiante, que permitía cierto grado de flexibilidad en el mercado dentro del contexto del socialismo, se produjo una recuperación. Agotada la NEP, esta política fue reemplazada por un sistema centralizado y sujeto a los planes quinquenales a partir de 1928. Estos planes perseguían ambiciosos programas de industrialización y de colectivización y estatización de la agricultura.
El objetivo de la industrialización era tanto reacondicionar las viejas fábricas y empresas industriales, de tecnología atrasada y en estado de práctico abandono, como construir una poderosa industria pesada. La industrialización era considerada fundamental en la construcción del socialismo, ya que garantizaría la alianza obrera-campesina como base de la dictadura del proletariado, la defensa de la URSS y elevaría notablemente el nivel de vida de la población.
Sin capitales iniciales, escaso comercio internacional y virtualmente sin infraestructura moderna, el gobierno de Stalin financió la industrialización a partir de la ganancia obtenida por las fábricas y empresas del Estado, por el comercio, los bancos y el transporte.
En 1926-1927, se invirtieron en la industria cerca de mil millones de rublos; tres años después, se pudieron invertir ya en ella unos 5.000 millones.
La década de 1930 consiguió la producción por primera vez en la historia de la Unión Soviética, de una amplia gama de nuevos productos, entre los cuales se destacaban motocicletas, relojes y cámaras fotográficas, como asimismo las máquinas y herramientas necesarias para producir estos y otros bienes. En la industria química se produjo el desarrollo de la industria de los plásticos, en metalurgia se desarrollaron nuevos tipos de aleaciones de alta calidad y diversos metales no ferrosos fueron manufacturados por primera vez.
También mejoró notoriamente la escala y la eficiencia con la cual se fabricaban los productos existentes. En la industria del hierro y del acero, hacia fines de la década de 1930, el tamaño promedio de los nuevos hornos de fundición era un 40% mayor con respecto a aquellos de solo 10 años antes. Muchas innovaciones estaban basadas exclusivamente en desarrollos técnicos locales. En la industria aeronáutica, por ejemplo, los ingenieros soviéticos produjeron aviones que eran comparables a diseños extranjeros; en la industria militar, por su parte, se desarrollaron tanques que no tenían equivalentes en el mundo occidental. La Unión Soviética fue también el primer país en producir goma sintética de polibutadieno.

Reforma agricola

El gobierno de Stalin promovió la colectivización de la agricultura con el fin de aumentar la producción agrícola a partir de granjas mecanizadas en gran escala, lo que permitía mantener a los campesinos bajo un control político más directo y para que la recaudación de impuestos fuera más eficiente. La colectivización significó cambios sociales drásticos en una escala nunca vista desde la abolición de la servidumbre en 1861.
La colectivización forzada de la agricultura comenzó a inicios de los años 1930, formándose la asociación obligatoria de todas las granjas en los llamados Koljós, una estructura fuertemente centralizada. La supresión de los derechos de propiedad sobre la tierra fue una consecuencia de la forma como se decidió resolver el antiguo conflicto de la lucha de clases. Además, de acuerdo a la visión económica de la época, los koljos debían trabajar con mayor eficiencia debido a la aplicación de tecnología y a la división del trabajo. En los primeros años de la colectivización se estimaba que la producción agrícola e industrial debería aumentar un 200% y un 50% respectivamente; sin embargo la producción agrícola disminuyó.
Los campesinos ricos, los llamados kulaks, con independencia de si resistían o no los cambios impuestos y la colectivización, eran puestos a trabajar directamente en los campos, o bien eran relegados a Siberia y al oriente del país.
La política de industrialización de la agricultura seguida por Stalin requirió grandes cantidades de equipamiento y maquinaria, que se consiguió al exportar trigo y otros bienes agrícolas al extranjero. Los koljos fueron obligados mediante planes específicos a entregar al Estado su producción agrícola. Estas medidas trajeron como consecuencia una drástica caída en la calidad de vida de los campesinos y la producción agrícola.

Consolidación interna y externa

Para evitar el aislamiento del régimen soviético, decidió la entrada de la URSS en la Sociedad de Naciones (1934), y la aproximación a Gran Bretaña y Francia. En política interior trató de eliminar cualquier tipo de oposición: entre 1936 y 1938 organizó procesos (procesos de Moscú) y deportaciones contra los principales mandos militares y contra toda oposición en el seno del Partido y del Estado. Basándose en los datos suministrados tras la perestroika, documentados por el Gulag, fueron detenidas más de 1.300.000 personas por motivos políticos. De ellas casi 700.000 fueron fusiladas. Durante su gobierno inició un controvertido programa para rusificar a los diferentes estados de la URSS, enviando rusos a las distintas repúblicas soviéticas para que se casaran con los locales y así aumentar y mantener el porcentaje de rusos en la región.
Por otra parte, ya durante el primer período stalinista, antes incluso de la década de 1930, amplios sectores de la sociedad soviética aceptaron con optimismo los grandes avances de la Revolución. Rusia era el único país del mundo donde a las mujeres se les pagaba lo mismo que a los hombres por un trabajo similar. También en este primer período, existían grandes facilidades para obtener un divorcio o abortar




Segunda Guerra Mundial

El 23 de agosto de 1939, la Unión Soviética y Alemania firmaron en Moscú un pacto de no agresión, en el que además, en un protocolo adicional secreto, se dividía a Europa oriental y central en esferas de influencia soviética y alemana, estableciendo también directrices para la partición de Polonia entre ambos Estados. También en ese protocolo se concedió a Stalin carta blanca para intervenir en Finlandia y en los países bálticos.
Una vez iniciada la Segunda Guerra Mundial, sin embargo, y considerando Hitler que la caída de Inglaterra era inminente, ordenó atacar a la Unión Soviética, haciendo del pacto letra muerta. El 18 de diciembre de 1940, el mando alemán decidió que la invasión a la URSS (operación Barbarroja) se realizaría en abril de 1941, pero solo se pudo concretar el 22 de junio de ese año, cuando se inició el ataque a territorio soviético con más de 3.000.000 de soldados alemanes. La invasión tomó por completa sorpresa a Stalin a pesar de que tenía suficientes antecedentes a través de su espía Richard Sorge de que esta era inminente.
Stalin se encerró en el Kremlin en una aparente depresión y falta de liderazgo y solo reaccionó 10 días más tarde, para retomar el control con mano firme.
Stalin, desesperado por la invasión germánica, decidió suspender la campaña ateizante y permitir el resurgimiento de la Iglesia Ortodoxa Rusa, para que el pueblo soviético creyente se uniera a la lucha, "olvidando" por un tiempo el obligado ateísmo del PCUS. Increíblemente y en forma insospechada para los alemanes, el pueblo ruso se unió en pos de su figura, a excepción de los territorios ucranianos.
El Ejército Rojo, muy debilitado por las purgas de fines de los 30, se encontraba virtualmente sin mando competente, por lo que las fuerzas alemanas avanzaron rápidamente por las llanuras occidentales de la URSS. Hitler predecía que la guerra con el gigante ruso duraría a lo más 6 meses y que el pueblo ruso mismo eliminaría a Stalin. Stalin se hizo nombrar Presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo con lo que en la práctica se convirtió oficialmente en el Jefe del Estado. Las medidas iniciales de Stalin por contener la invasión alemana fueron ineficaces y no pudieron detener el avance de las fuerzas blindadas de Hitler que penetraban profundamente en territorio soviético. Si bien en un comienzo Stalin se mostró dubitativo e irresoluto por el súbito y contundente ataque de los alemanes, pronto empezó a tomar el control de la situación y se autonombró Supremo Comandante en Jefe del Ejército Rojo. A diferencia de Hitler, Stalin dio cierta autonomía a sus generales en la toma de decisiones e hizo traer desde la frontera a unos de sus mejores generales Zhúkov y Vatutin y el envió desde los frentes orientales de miles de tropas siberianas entrenadas ya en el combate con los japoneses.

Durante la Batalla de Smolensk, su hijo Yákov Dzhugashvili fue capturado, Stalin supo de esta situación pero permaneció indiferente a la suerte corrida por su hijo. Yákov permaneció anónimo en el campo de concentración de Sachsenhausen hasta que fue delatado. Se le intentó adoctrinar para la propaganda alemana pero no cambió de bando. Entonces se decidió su canje por el mariscal Friedrich Paulus, pero Stalin se negó. Yákov moriría en extrañas circunstancias el 15 de abril de 1943 en el mismo campo. Stalin jamás demostró algún tipo de consideración por la suerte corrida por Yákov.
Se mantuvo en Moscú en el invierno de 1941, cuando los alemanes amenazaban la ciudad (42 km), y organizó allí un contraataque soviético. Al año siguiente, 1942, tuvo éxito al mantener la estratégica ciudad de Stalingrado, última defensa de la zona petrolera de Crimea, pese a la enorme cantidad de bajas entre sus hombres (Stalin, a través de sus comisarios políticos, ordenó disparar contra sus propios soldados si estos se retiraban de un combate al considerarlos desertores) y posteriormente (1943) también derrotó al ejército alemán en la batalla de Kursk con lo que todo el curso de las acciones militares tuvo un cambio, siendo ahora los soviéticos los que obligaban a retirarse a los alemanes. Así, en mayo de 1945, las fuerzas de Stalin fueron las primeras en entrar a Berlín, forzando el suicidio de Hitler y la capitulación alemana.
En su papel de comandante en jefe, Stalin procuraba siempre mantener un control personal pero flexible en el mando, sobre todo el frente de batalla, las reservas militares y la economía de guerra. Esta actitud no se mostró eficaz, ya que dejaba en un solo hombre todas las decisiones, pero luego Stalin fue aprendiendo de sus errores y empezó a delegar decisiones militares al contrario de su rival, Hitler, quien monopolizó el mando.
Como Jefe de Estado, Stalin participó en varios encuentros con los líderes aliados, como el llamado de "los tres grandes", con Churchill y Roosevelt en Teherán (1943) y en Yalta (1945), en las que logró el reconocimiento internacional de una esfera de influencia soviética en la Europa del Este y mostrándose como un formidable negociador según el propio secretario del exterior británico, Sir Anthony Eden. Asimismo el 4 de septiembre de 1943 se reunió con 3 metropolitas de la Iglesia para restablecer el Santo Sínodo y convocar al Concilio Episcopal para elegir como Patriarca de Moscú a uno de los tres anteriores (Sergéi) 5 días después, por primera vez en 17 años.
Un hecho de este período que refleja su «culto a la personalidad» es que se autoconcedió el honor de Héroe de la Unión Soviética, a pesar que este solo lo recibían los soldados en combate. Se sentía amenazado por la popularidad de Zhúkov, al que acusó de usar ese triunfo a su favor y lo terminó degradando




Los tres líderes aliados: Stalin, Franklin D. Roosevelt y Winston Churchill reunidos en la Conferencia de Teherán

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